Según el plan, el área de tierra cultivable en el país asciende a cuatro millones 563 mil hectáreas, de las cuales dos millones 94 mil se encuentran en zonas bajo control gubernamental y el resto en regiones controladas por grupos terroristas y separatistas.
Asimismo, más de un 1.5 millones de hectáreas serán dedicadas al trigo, 105 mil para legumbres y un millón 432 mil hectáreas serán sembradas de cebada.
Se prevé además ampliar el cultivo de legumbres y serán sembradas casi 85 mil hectáreas de garbanzos, 20 mil de habas, cinco mil de guisantes mientras 11 mil hectáreas serán plantadas de lentejas.
El plan para los cultivos forrajeros asciende a 100 mil hectáreas de maíz amarillo.
Las autoridades gubernamentales tomaron medidas para impulsar la siembra y producción de trigo y otros cereales y apoyar a los agricultores.
Antes de la guerra en 2011, la nación levantina producía cantidades suficientes de trigo, cebada y algodón para su autoconsumo y la exportación; sin embargo, la producción se redujo debido a la salida de cientos de miles hectáreas del plan por estar en zonas ocupadas por terroristas.
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