En la última semana la zona fue golpeada por las mareas vivas y los directivos gubernamentales prohibieron el turismo y la pesca en el litoral, lo que dañó a pescadores y familiares que vieron limitadas sus posibilidades económicas.
La prohibición de la Fuerza Armada evitó que los trabajadores del mar y usuarios del muelle de La Libertad se expusieran a situaciones que afectaran su seguridad personal y de sus embarcaciones, pero a la vez los privó de sus fuentes de sustento.
Los pescadores artesanales suspendieron las actividades debido al alto oleaje, que también dañó el muelle en dicha instalación, destruyo embarcaciones y comercios.
En apoyo a estas medidas, el MAG comenzó la entrega de paquetes alimenticios para pescadores afectados por el alto oleaje registrado. La institución informó que más de 600 familias dedicadas a esta labor fueron beneficiadas en los municipios de Tamanique, Jicalapa y el Puerto de La Libertad.
En el caso de este último fueron suspendidas las labores de pesca por un mes por los daños a la infraestructura y los pescadores esperan poder ayudar en las reparaciones pues no pueden esperar un mes para hacerse a la mar para buscarse su sustento.
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