De acuerdo con estudios de esa institución, en el país andino cada vez nacen menos personas.
La tasa de natalidad es inferior a la que se requiere para que la población crezca, detalló en conferencia de prensa el director del INEC, Roberto Castillo.
Castillo explicó que la nación sudamericana llegó a un promedio de 1,86 nacidos vivos por cada mujer en 2022, una tasa menor a la que se necesita para que los hijos reemplacen a sus padres y que la población se mantenga estable, señaló.
Según el funcionario, para que la población se mantenga o crezca, la tasa de reemplazo debe ser superior al 2,1.
Las proyecciones del INEC para 2010 estimaba que nacieran 330 mil niños cada año, sin embargo, en la actualidad nacen cerca de 250 mil anuales.
El número de nacidos vivos, que habíamos estimado en 2010 ahora tiene una nueva fotografía, dijo Castillo, y destacó que los números de población se entregarán el 21 de septiembre de 2023, cuando se haga la presentación oficial del último censo.
Datos oficiales del INEC revelaron que entre los principales problemas de los territorios que se quedan sin población joven está la seguridad social, es decir, cada vez habría menos población productiva y por ende población que aporte a instituciones como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Eso tiene un impacto en el pago de jubilaciones y otros programas sociales, alertó el directivo del INEC.
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