En concreto las emisiones netas fueron de 386 toneladas métricas equivalente de dióxido de carbono (MtCO2e), cuando su objetivo era llegar a las 367, y ello se debió principalmente a que los bosques y los suelos absorbieron menos dióxido de carbono (CO2) de lo esperado, casi 33 MtCO2e menos de la cifra fijada en la estrategia nacional de bajas emisiones de carbono.
La disminución de los sumideros de carbono en los últimos años, sobre todo en los bosques, está relacionada con las sequías (agravadas por el cambio climático), los incendios y las enfermedades, señaló el Observatorio en su documento. En junio pasado el Alto Consejo Francés para el Clima (HCC) ya advirtió igualmente que los sumideros de carbono de los bosques han disminuido fuertemente en el último periodo, tanto por el aumento de la mortalidad forestal, superior a la prevista, como por la disminución del crecimiento de los árboles.
Por su parte el informe del Observatorio, también consideró que la situación de Francia es crítica, con «un retraso en el cumplimiento de los objetivos de reducción del consumo de energía y de desarrollo de las energías renovables».
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