Al intervenir en la Cumbre del G77 y China, que tiene lugar en el Palacio de Convenciones de esta capital, la canciller indonesia lamentó que una y otra vez los países en vías de desarrollo son las más afectados por crisis como la alimentaria, la energética y la del cambio climático.
Representamos las dos terceras partes de la población, pero en un orden de prioridades al desarrollo seguimos relegados -subrayó-, y es un imperativo cambiar las bases de ese injusto ordenamiento.
En ese contexto, Marsudi dijo que el Grupo de los 77 es la brújula moral hacia una nueva arquitectura mundial donde primen el multilateralismo, la cooperación, la integración y la solidaridad, claves para la construcción de un nuevo orden económico internacional verdaderamente igualitario.
Esas son las normas base clave para un real ejercicio del derecho al desarrollo, sentenció.
Señaló que para cerrar las brechas entre el Norte y el Sur, las economías de este deben dejar de depender de las materias primas y sustentarse cada vez más en concretar el tema que convoca al G77 y China en La Habana, “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”,
La trascendental cita aspira a concertar esfuerzos para enfocar de modo unitario los grandes retos que encaran los países del Sur, de cara a la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (18 y 19 próximos, en Nueva York), y la Cumbre del Futuro (2024).
Más de 100 delegaciones de alto nivel vinieron a La Habana para expresar las visiones de sus gobiernos sobre los problemas más acuciantes del Sur global y su derecho a acceder a la ciencia, la tecnología y la innovación.
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