Del encuentro a puertas cerradas no trascendieron detalles, aunque se conoce que la prioridad del diálogo es el interés mutuo por aliviar las fuertes tensiones bilaterales y avanzar en posibles puntos de contacto que permitan el desarrollo de la comunicación entre ambas naciones.
La mayoría de los representantes de los medios de prensa internacionales presentes en villa La Grange, coinciden en que es poco probable que la reunión dé lugar a un cambio de posiciones, aunque también consideran que lo principal es mantener el diálogo.
El académico Matthew Rojansky, del Instituto George Kennan, de Washington, manifestó a CNN que la lucha contra el ciberdelito puede convertirse en una de esas áreas que las partes consideran de interés mutuo en la cumbre de Ginebra.
La estabilidad nuclear estratégica es otra de las prioridades, teniendo en cuenta que el Tratado de Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (Start III), prorrogado recientemente, es hoy el único convenio que vincula a Moscú y Washington en esa esfera.
La Casa Blanca no respondió a las propuestas del Kremlin para la implementación de una moratoria al despliegue de misiles de corto y mediano alcance en Europa y a la reanudación de la cooperación en el campo de la seguridad internacional de los datos.
Durante los últimos años, el mandatario ruso ha criticado duramente la política aplicada por EEUU en la esfera de la estabilidad nuclear estratégica. En 2002, la Casa Blanca abandonó el Tratado de Antimisiles Balísticos (ABM) que Richard Nixon firmó con la antigua Unión Soviética en 1972 y en 2019 se retiró del Tratado sobre Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (INF).
Más recientemente, en 2020, Estados Unidos se retiró del Tratado de Cielos Abiertos (TCA), el cual establece un programa de vuelos de reconocimiento aéreo, sin armamento, sobre los territorios de todos los países partes con el fin de mejorar la confianza entre sus miembros.
mem/mml