Se trata de una cuestión urgente camino a la Agenda 2030 y tratado de cerca durante la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU) recién concluida, aseguró en entrevista con Prensa Latina desde la sede del organismo.
«Todo el planeta está preocupado y afectado por la violencia contra las mujeres y las niñas por lo que hemos trabajado en diferentes países y regiones y con más fuerza en seis programas regionales en todo el mundo», insistió.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible cinco, que aboga por un futuro con igualdad de género, centró buena parte del debate durante la Cumbre dedicada a esas metas, celebrada en las dos primeras jornadas del segmento de alto nivel de la Asamblea General Naciones Unidas.
Esta meta, a juicio del secretario general António Guterres, constituye la solución y no el problema cuando restan siete años para el plazo de la Agenda 2030.
Acorde con esos propósitos, la iniciativa Spotligh promueve la inversión y concientización en más de 30 estados y regiones para invertir en planes y esfuerzos nacionales enfocados en disminuir y cerrar la brecha.
«Nos centramos en los países en desarrollo, por supuesto, pero es realmente un tema universal que nos ha llevado con fuerza a naciones como Estados Unidos, Argentina y México; incluso tenemos programa regional para América Latina y el Caribe», dijo la también activista.
El propósito es alentar a las naciones a adaptar el marco a sus contextos específicos, por lo que en la región latinoamericana la mayor parte de la atención se enfoca en los feminicidios, un tema bastante complejo, aseveró.
En esa área, el proyecto apuesta por cambiar las normas sociales y trabajar en la masculinidad.
Ante la urgencia global, la Cumbre de los ODS resultó particularmente útil para visibilizar desde la gravedad de problemas como el acceso a la igualdad de género, hasta los resultados de esfuerzos como el proyecto Spotligh.
Luego de la cita, queremos aumentar nuestras inversiones y llegar a nuevos países, para impulsar las luchas donde tenemos presencia, pero también para ampliar nuestras acciones, adelantó en ese sentido Delcuvellerie.
«Fue realmente importante para nosotros estar aquí y beneficiarnos de este gran evento donde representantes del planeta entero pudieron ver lo que hemos logrado en el primer ciclo y alentarlos a unirse para la segunda fase», insistió.
De acuerdo con estimaciones de la iniciativa, la violencia contra mujeres y niñas es una de las más extendidas, persistentes y devastadoras contra los derechos humanos en el mundo actual.
Una de cada tres mujeres en el planeta padecieron violencia física o sexual, mientras que la mitad de las féminas asesinadas en todo el mundo en 2012 fueron ultimadas por su pareja o un familiar.
La iniciativa consiguió desde 2019 duplicar las tasas de condenas a perpetradores de violencia de género en 12 países así como la firma de casi 500 leyes y políticas para ponerle fin.
Otros de los logros fue el incremento en más de una decena de territorios de los presupuestos nacionales para abordar ese flagelo y el empoderamiento de más de cuatro mil organizaciones locales y de base por los derechos de las mujeres.
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