‘Ahora podemos decir, basándonos en la valoración del propio presidente, que transcurrió con un signo más’, manifestó el jefe de la oficina de prensa de la Presidencia rusa en declaraciones a radio Eco Moscú.
Destacó que en la reunión los mandatarios pudieron plantear ‘francamente sus posturas y comprender, más o menos, dónde se puede interactuar y dónde en estos momentos esta interacción no es posible debido a discrepancias de conceptos’.
Peskov significó la adopción por ambos mandatarios de una declaración conjunta al término de la cumbre. ‘Sí, es un texto muy breve, pero aun así es una declaración conjunta sobre la estabilidad estratégica’, apuntó.
Indicó que el documento reconocie la responsabilidad especial de los dos países en este tema, ‘no solo ante nuestros pueblos, sino también, aunque parezca altisonante, ante todo el mundo’, dijo.
Según el político ruso, el texto subraya que Moscú y Washington demostraron que ‘aun en periodos de tensión son capaces de lograr progresos en el cumplimiento de objetivos comunes para garantizar la predictibilidad en el ámbito estratégico, disminuir los riesgos de conflictos armados y la amenaza de una guerra nuclear’.
El comunicado, de solo tres párrafos, señala que la reciente prolongación del Tratado Start III (de Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas) es una muestra del interés de ambos países al control de las armas nucleares.
‘Hoy reafirmamos nuestro apego al principio, según el cual, en una guerra nuclear no puede haber vencedores y de que nunca esta debe ser desatada’, apuntó.
La declaración advierte que para alcanzar tales objetivos, Rusia y Estados Unidos iniciarán próximamente un amplio intercambio bilateral sobre seguridad estratégica, que será sustantivo y enérgico.
‘Con este diálogo intentaremos sentar las bases del futuro control de armamentos y de las medidas de disminución de riesgos’, concluye la declaración.
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