Con la declaratoria, las autoridades ecuatorianas revelaron que pretenden aportar conectividad de ecosistemas altoandinos y protección de especies endémicas.
Para el ministro del sector, José Antonio Dávalos, estas 24 mil 958 hectáreas beneficiarán a las especies que las habitan, mientras supone un compromiso de la comunidad para proteger la vida silvestre y los recursos de esta zona en beneficio del país.
También mejorará nuestra calidad de vida pues al conservar los ecosistemas podemos acceder a servicios como el suministro de agua limpia, la regulación del clima y la protección contra desastres naturales, mencionó Dávalos.
Por su parte, el integrante del Comité de Conservación de la cuenca del río Machángara, Christian Piedra, destacó que de esta manera honran el lema del Comité: Conservar para vivir.
Piedra añadió que el Refugio de Vida Silvestre es un ecosistema de páramo andino y un humedal que genera el 60 por ciento del agua que nutre a la ciudad de Cuenca, en la provincia de Azuay, y beneficia a unas 400 mil personas.
Este sistema de fuentes hídricas facilita, además, la generación hidroeléctrica a través de dos plantas ubicadas en la zona y proporcionan riego a extensas áreas de cultivos en Azuay, aclaró.
La zona declarada en protección del Estado, además de incluir páramos de diferentes tipos y bosques andinos considerados frágiles, alberga a 522 especies de flora y fauna.
El Refugio de Vida Silvestre Máchángara-Tomebamba forma parte de la llamada Zona de amortiguamiento del Área de Biósfera Macizo del Cajas, una amplia región de la cordillera andina del sur de Ecuador, reconocida en 2013 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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