«Solicitamos a las autoridades de los Estados Unidos investigar y sancionar a los responsables de estos actos de terrorismo, y garantizar las medidas de seguridad a la misión diplomática y a sus instalaciones, conforme a lo que mandata la legalidad internacional», enfatizó Becerra.
Asimismo, exigió que cese ya la violencia y el bloqueo económico, comercial y financiero, extenso e injusto entramado jurídico estadounidense que incluye leyes y regulaciones que prohíben y regulan las relaciones económicas con Cuba y afectan los derechos fundamentales de ese pueblo antillano.
Desde Colombia también, el firmante de Paz y representante a la Cámara del Congreso por el partido Comunes, Sergio Marín, condenó hoy el ataque terrorista.
El senador colombiano del Pacto Histórico Iván Cepeda, de igual forma expresó su solidaridad al pueblo y gobierno de Cuba ante el atentado con coctel molotov perpetrado contra la embajada de la isla en Washington.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció este lunes el nuevo atentado contra la embajada de Cuba en la capital de Estados Unidos.
«El odio lanzó anoche, otra vez, un ataque terrorista contra nuestra Embajada en Washington, en un acto de violencia y de impotencia que pudo costar valiosas vidas. Lo denunciamos y esperamos acción de las autoridades norteamericanas», manifestó el jefe de Estado por medio de su perfil en la plataforma X, antes Twitter.
Anoche, el canciller Bruno Rodríguez informó que la sede diplomática cubana fue objeto de un ataque terrorista de un individuo que lanzó dos bombas de fabricación casera conocidas como cócteles Molotov.
El ministro dio a conocer que no hubo daños al personal y se precisan lo detalles y recordó que es el segundo ataque violento contra la sede diplomática en Washington.
En abril de 2020, un individuo disparó con un fusil de asalto contra la embajada de la isla en esa capital, causando daños materiales en el inmueble, sin que fuera juzgado por el hecho.
De acuerdo con datos oficiales, al menos 581 actos de terrorismo de Estado se produjeron contra representaciones diplomáticas de Cuba desde el triunfo de la Revolución, en enero de 1959.
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