El archipiélago acumula cerca de 200 puntos críticos, según los últimos datos facilitados por el Gobierno, que atribuye el aumento de los fuegos a las altas temperaturas durante el pico de la temporada seca en el país y a los incendios provocados por la agricultura.
Las llamas arden sin control en varias provincias, como Sumatra Meridional, la zona indonesia Kalimantan en la isla de Borneo o Java Occidental, la región más poblada del país, provocando una espesa capa de humo negro y tóxico que se desplaza a otras naciones.
En Java, una de las más boscosas y de difícil acceso del archipiélago indonesio, el fuego ya comsumió cerca de 30 hectáreas de bosques y vegetación hasta este domingo, lo que llevó al desplazamiento de 130 bomberos para combatir los focos.
«Las condiciones actuales del incendio siguen siendo bastante grandes y avanzan hacia el norte», indicó la jefa de la Agencia Regional de Gestión de Desastres (BPBD) de la regencia de Ngawi, Prila Yuda Putra, citada en un comunicado.
Las autoridades locales declararon un «estado de respuesta de emergencia» hasta el 13 de octubre.
Mientras, el Ministerio de Medio Ambiente de Malasia alertó este fin de semana a los residentes de ciudades como Kuala Lumpur, Putrajaya y Negeri Sembilan de los «niveles insalubres» de las condiciones del aire y por los crecientes incendios forestales en Indonesia y las columnas de humo que llegaron desde la isla de Sumatra.
De igual modo, las autoridades de Tailandia recomendaron este domingo a los residentes de las provincias del sur del país, cercanas a Indonesia, a utilizar mascarillas y prepararse para una «ola de polvo fino de partículas PM2,5», así como reducir sus actividades al aire libre.
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