Según precisó el ente espacial, la decisión final sobre el esquema de vuelo se tomará en función de los resultados del proyecto técnico, una vez finalizado el análisis de lo ocurrido con la expedición Luna-25.
Roscosmos recordó que el cohete portador Soyuz-2.1b con la estación automática Luna-25 fue lanzado desde el cosmódromo de Vostochny el 11 de agosto, mientras los días 12 y 14 de agosto la nave realizó dos correcciones de trayectoria.
El 16 de agosto el aparato entró en órbita lunar y para el 19 de ese mes el módulo realizó un impulso para formar su órbita elíptica previa al descenso, pero se interrumpió la comunicación con la nave espacial.
Según cálculos preliminares, Luna-25 dejó de existir al colisionar con la superficie de la Luna.
La comisión interdepartamental llegó a la conclusión de que el accidente de la estación automática Luna-25 se produjo debido al funcionamiento anormal del complejo de control de a bordo, relacionado con el fallo de encendido de la unidad de medición de la velocidad angular.
En agosto, el jefe de Roscosmos, Yuri Borísov, informó de los planes de lanzar el orbitador Luna-26 en 2027.
A principios de octubre, el director general de la corporación estatal señaló que las fechas de lanzamiento de las próximas misiones lunares rusas, Luna-26 y Luna-27, podrían desplazarse a fechas más tempranas para obtener los resultados necesarios lo antes posible.
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