En el diálogo, el mandatario resaltó que las relaciones entre ambas naciones determinará el futuro y el destino de la humanidad.
«La competencia y la confrontación no se ajustan a la tendencia de los tiempos y mucho menos pueden ayudar a resolver los problemas propios de un país y los desafíos que enfrenta el mundo», agregó.
Xi opinó que los intereses comunes superan «con creces» sus diferencias y señaló que el éxito respectivo de China y Estados Unidos es una oportunidad y no un desafío mutuo.
El presidente subrayó que la recuperación global posterior a la pandemia, la lucha contra el cambio climático y la resolución de los problemas internacionales y regionales requieren coordinación y cooperación entre las dos naciones.
«Como dos países importantes, China y Estados Unidos deben mostrar sus grandes mentes, visión y responsabilidad», comentó.
Al mismo tiempo instó a su contraparte a manejar adecuadamente la relación bilateral con una actitud responsable ante la historia y el mundo.
Xi llamó a abordar la relación en un espíritu de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación para mejorar el bienestar de los dos pueblos.
Con anterioridad, los senadores estadounidenses dialogaron con el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi.
«Esperamos que esta visita ayude a Estados Unidos a tener un entendimiento más preciso de China, a considerar las relaciones sino-estadounidenses con más objetividad y a gestionar las diferencias existentes de manera más racional», declaró el canciller.
Los nexos entre Beijing y Washington están en el peor momento de su historia debido a la guerra económica contra el gigante asiático, así como por la intromisión en los asuntos internos en el tema de Taiwán.
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