La actual conflagración militar no es un conflicto entre la Franja de Gaza e Israel, es un conflicto entre la legalidad internacional y el régimen sionista de apartheid que atenta contra el derecho inalienable del pueblo palestino a su plena libertad y soberanía, señala un comunicado al cual tuvo acceso Prensa Latina.
A través del documento, más de 30 representantes de colectivos civiles rechazaron la ocupación arbitraria e ilegal de los territorios palestinos por parte de Israel, en abierta violación a resoluciones del Consejo de Seguridad y otros órganos multilaterales.
En el texto afirman que alrededor de seis millones de palestinos son refugiados y no pueden ejercer el derecho a su retorno y a eso se suma la privación de derechos económicos y sociales, así como el bloqueo ilegal de la Franja de Gaza como castigo colectivo, crímenes de lesa humanidad.
La organizaciones demandaron que los países latinoamericanos y caribeños que forman parte de espacios de Naciones Unidas, como el Consejo de Seguridad, desempeñen un histórico liderazgo para poner término a la ocupación sionista de los territorios palestinos y, consecuentemente, alcanzar una paz justa y duradera en esa región de Medio Oriente.
Este lunes, el ministro israelí de Energía, Israel Katz, anunció el corte del servicio de agua a la Franja de Gaza, un día después de finalizar los suministros de electricidad y combustible a esa zona, donde viven más de dos millones de personas.
Poco antes, el titular de Defensa, Yoav Gallant, decretó un bloqueo total contra ese territorio, bajo intensos bombardeos de la aviación desde el sábado último, tras una ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) contra Israel.
En ese contexto, la ministra palestina de Salud, Mai Al-Kaila, acusó a Tel Aviv de bombardear de forma deliberada hospitales y equipos médicos en Gaza, en medio de un conflicto en grandes proporciones que amenaza con extenderse.
Según los últimos reportes, más de mil 360 palestinos e israelíes murieron en las últimas 48 horas.
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