Con dicha renovación llevada a cabo durante seis meses, la entidad reabrió sus puertas para la preparación de los festejos en homenaje a René Magritte (1898-1967).
Mientras, otra conmemoración se suma al natalicio del artista, pues en 2024 se recuerda el centenario de la publicación del “Manifiesto del surrealismo”, del escritor y poeta francés André Breton, considerado el padre de este movimiento.
Como gran exponente de esta expresión, Magritte se presenta, según declaró la pinacoteca, quizás como el más conocido en los últimos años entre el gran público por la publicidad y el cine.
Sus obras retan y provocan al espectador, y ponen a prueba, en un ejercicio constante, su imaginación, apuntó la institución.
Con más de 230 obras en exposición y buque insignia de las galerías reales belgas de bellas artes, el emblemático museo Magritte alberga la colección más grande del mundo de la producción pictórica del creador.
Entre pinturas, dibujos, esculturas, carteles publicitarios, fotografías y películas, la reapertura de las salas son un buen momento para exponer, por primera vez, 29 nuevos trabajos del autor, cedidos por coleccionistas privados.
Para la reinauguración, la galería colocó una manzana gigante -símbolo recurrente en la obra de Magritte- la cual se exhibe en la fachada del edificio neoclásico para dar la bienvenida a sus visitantes.
La directora general de los museos reales de bellas artes, Sara Lammens, expresó que en la pinacoteca hay muchas obras para restaurar y otras se van porque fueron prestadas por otros museos, o porque necesitan un cambio por razones de conservación, explicó Lammens, quien describió a la institución como “dinámica y viva”.
Situado en el corazón de Bruselas, el museo Magritte se convirtió en el epicentro cultural y turístico de la capital, y luego de 14 años de inaugurado, recibe ahora a más de cuatro millones de visitantes, en su mayoría extranjeros.
El presidente de la Fundación Magritte, Charly Herscovici, aseguró que el pintor belga siguió las corrientes surrealistas de la época con cierta independencia, pues en su recorrido cuestionó las imágenes y trató siempre de romper la percepción inicial del espectador al observar sus obras.
René Magritte es famoso mundialmente por el célebre lema “Ceci n’est pas une pipe” (Esto no es una pipa), que aparece en uno de los cuadros de la serie “La traición de las imágenes” (1928), o por obras como “Los amantes”, de ese mismo año, y “El hijo del hombre” (1964).
Se trata de un museo muy clásico en el sentido de que es cronológico y temático, concluyó Lammens.
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