La investigación recién publicada en la revista Antiquity detalla que aunque puede que no sean inmediatamente visibles en la superficie, las deidades y criaturas míticas representadas en las estatuas alguna vez estuvieron pintadas en brillantes tonos egipcios de azul, blanco y púrpura.
Estos colores representaban los orígenes de las figuras: el agua de la que surgieron, la piel de una serpiente marina, los espacios de fondo entre las figuras y los patrones figurativos en las túnicas de los dioses.
Las figuras se conocen como mármoles de Elgin, con esculturas que son artefactos del friso y el frontón este del Partenón en la Acrópolis de Atenas.
Originalmente destinados a decorar los escalones del templo del Partenón ateniense, estos fueron elaborados hace más de dos mil 500 años por los antiguos griegos.
Sus fragmentos se encuentran ahora en manos del Museo Británico de Londres, cuya posesión ha provocado un polémico y continuo debate sobre su restitución, de acuerdo con la revista ARTnews.
El gobierno griego está en disputa con el gobierno británico y el museo, exigiendo la devolución de los mármoles.
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