El proyecto de inversión en el Corredor Seco y zonas áridas incluye la cuenca del Río Grande de San Miguel, Usulután y La Unión y avanza con el financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que junto a la FAO aportan 268 millones de dólares para su ejecución, señaló un comunicado.
La iniciativa, que contempla a ocho estados partes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), va desde Chiapas, México, hasta Panamá, una zona árida donde viven 21 millones de personas, de las cuales más del 20 por ciento se dedica a actividades agrícolas y de producción de granos básicos para subsistencia.
Cifras de organismos de Naciones Unidas como el Programa Mundial de Alimentos sostienen que un estimado de 8,8 millones de personas en Guatemala, Honduras, El Salvador y República Dominicana, tienen crisis o emergencia de seguridad alimentaria aguda.
Al respecto de este problema, organizaciones políticas salvadoreñas como el Frente Farabundo Martí señalan que el país carece de soberanía alimentaria y que debido a esas carencias fallecieron solo en el mes de julio 213 personas, en especial por desnutrición.
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