En un comunicado emitido ayer, el legislativo panárabe condenó el ataque contra el Hospital Bautista Al-Ahli, en la ciudad e Gaza, que provocó 471 decesos, según las autoridades médicas de ese enclave.
La entidad ratificó también su plena solidaridad con el pueblo palestino que lucha por defender sus derechos legítimos.
Asimismo, denunció el “vergonzoso silencio internacional hacia estos crímenes y políticas bárbaras”.
Por su parte, el presidente de la Unión Parlamentaria Árabe, Muhammad al-Halbousi, alertó la víspera que la situación actual amenaza con arrastrar a la región al horno de una guerra devastadora.
La comunidad internacional debe intervenir de forma inmediata para poner fin al conflicto, subrayó el también titular del Parlamento iraquí.
En su discurso durante la trigésima quinta conferencia de emergencia de la Unión Parlamentaria Árabe destacó que “la ocupación israelí reveló públicamente su cara brutal, racista y criminal”.
El nuevo ciclo de violencia comenzó el 7 de octubre tras una incursión a gran escala del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en Israel, que provocó allí mil 300 muertos.
Hamas afirmó que la operación fue una respuesta a décadas de crímenes israelíes contra el pueblo palestino.
En represalia, esa nación decretó un bloqueo total contra la Franja de Gaza, donde viven 2,3 millones de personas, e inició una ola de bombardeos, previo a una inminente invasión terrestre.
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