Apuntar a las iglesias y sus instituciones afiliadas constituye un crimen de guerra que no se puede ignorar, señaló en un comunicado.
Recordó que esas edificaciones proporcionan refugios “a ciudadanos inocentes, especialmente niños y mujeres, que perdieron sus hogares como resultado del bombardeo israelí de zonas residenciales durante los últimos días”.
Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, ocho personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas tras el ataque ocurrido ayer en la tarde contra la iglesia, ubicada en el barrio de Al-Zaytoun.
Fuentes locales indicaron que las bombas causaron el colapso total del edificio del Consejo de Administradores, que albergaba a varias familias palestinas, tanto cristianas como musulmanas, que se refugiaron allí, señaló Wafa.
La Iglesia de San Porfirio es considerada la tercera más antigua del mundo, pues su construcción original data del año 425 d.c, aunque fue renovada en 1856.
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