De acuerdo con el corresponsal del canal local Al Manar Ali Shoeib, el Ejército de Tel Aviv atacó las afueras de Aita al-Shaab, Ramiya y en la zona entre Yaroun y Bint Jbeil.
Las acciones ocurrieron en paralelo con el bombardeo a las alturas ocupadas de Halta y las afueras de Kfar Shuba.
En respuesta a estas acciones, la Resistencia libanesa (Hizbulah) confirmó que sus combatientes atacaron el sitio de Al-Abad, con misiles guiados y destruyeron una cantidad de su equipo técnico.
A través de un comunicado, el movimiento indicó que sus cohetes alcanzaron la posición israelí de Hanita y un punto militar en las proximidades del asentamiento de Al-Manara, frente a la localidad de Mays Al-Jabal.
También, fue impactado un vehículo Hummer en las proximidades del cuartel Doviev y se desarrollaron operaciones contra posiciones israelíes en las granjas de Shebaa y las colinas de Kfar Shuba.
Por su parte, los medios israelíes revelaron que el asentamiento Baram en el norte fue blanco de un misil antitanque, en el contexto de las operaciones de la resistencia libanesa en respuesta a las agresiones de Tel Aviv contra áreas en el sur de la nación.
En este contexto, el vicesecretario general de Hizbulah, Naim Qassem, advirtió contra el peligro de que el enemigo vaya más allá en su ofensiva y reafirmó que la resistencia libanesa está en el corazón de la batalla.
Al respecto, subrayó: «Les decimos a quienes nos contactan que primero deben detener la agresión, para que el conflicto no se expanda».
Por otra parte, el dirigente de Hizbulah enfatizó que la operación de la resistencia palestina Diluvio de Al-Aqsa expuso a Occidente y Estados Unidos que impiden cualquier decisión de condena a los crímenes israelíes.
ocs/yma