Al hablar durante la inauguración oficial de la 147 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP), el mandatario significó que “no serán los cañones los que traigan la paz definitiva a Oriente Medio, será la diplomacia”.
Añadió que la voluntad y la capacidad del mundo, en particular de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de cumplir sus propias resoluciones, será lo único que podrá silenciar las armas.
Lourenço detalló que en el conflicto israelo-palestino los líderes mundiales han realizado esfuerzos diplomáticos para que se respete el derecho humanitario, se salven hospitales, campos de refugiados y zonas residenciales.
También para que no se niegue a la población los derechos más básicos, incluso en una situación de guerra, como el acceso al agua, los alimentos y la atención médica.
Sin embargo, consideró que aun cuando se consiga este objetivo inmediato para minimizar el dolor y el sufrimiento de los pueblos israelí y palestino, “es necesario ahondar en las causas profundas del conflicto, que dura ya más de 75 años y dejó a millones de palestinos sin tierra, sin patria y sin la posibilidad de regresar a la tierra que siempre les perteneció”.
Enfatizó que solo la creación efectiva del Estado de Palestina pondrá fin definitivamente al ciclo de odio y violencia al que el mundo asiste impotente desde hace décadas, y que ya ha hecho derramar la sangre de ciudadanos palestinos e israelíes.
“El pueblo palestino tiene el derecho inalienable a vivir en el Estado de Palestina, al lado del Estado de Israel, respetando cada uno el principio de coexistencia pacífica, buena vecindad, amistad y cooperación”, agregó.
El presidente angoleño llamó a la UIP a levantar su voz pidiendo el fin de los conflictos en Sudán, Ucrania y Oriente Medio. “Es urgente silenciar las armas y dar paso a la diplomacia, para salvar la vida de civiles, niños, mujeres y ancianos y evitar una catástrofe humanitaria”, remarcó el mandatario.
Valoró que es necesario encontrar un consenso sobre la necesidad de preservar la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo sostenible y la promoción de los derechos humanos, de ahí que Angola acogiera con satisfacción especial el debate sobre estos temas durante la Asamblea.
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