La reunión, anunciada a finales de la semana pasada, extenderá los análisis entre los países miembros interesados luego de más de dos semanas de tensiones y la posible expansión hacia toda la región.
A pesar del complejo contexto, el encuentro se celebra tras el fracaso dentro del órgano de seguridad de dos borradores anteriores presentados por Rusia y Brasil, respectivamente, para exigir un alto al fuego.
El lunes pasado, Moscú presentó su propuesta con un llamado expreso para el alto al fuego humanitario en Gaza que no reunió los nueve votos necesarios dentro del ente de 15 miembros.
Las representaciones de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Japón se opusieron al texto mientras que Albania, Brasil, Ghana, Malta, Suiza y Ecuador se abstuvieron.
El representante permanente ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, lamentó el resultado y las «intenciones egoístas del bloque de países occidentales».
«Ésta es la única razón por la que (el Consejo) no pudo enviar un mensaje claro, contundente y colectivo destinado a reducir la tensión; estamos hablando de la explosión de violencia más grave de las últimas décadas», recalcó.
Dos jornada después, Estados Unidos vetó sorpresivamente otro proyecto elaborado por Brasil que pedía pausas humanitarias para la entrada de ayuda a la Franja de Gaza.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que la decisión se debía a la ausencia de una mención «al derecho de Israel a la autodefensa».
El resultado fue calificado de «increíble» por el representante chino ante Naciones Unidas, Zhang Jun, quien señaló a su homóloga norteamericana por crear falsas expectativas sobre la posibilidad de aprobar el texto.
Brasil, que actualmente presidente el Consejo de Seguridad, también lamentó el bloqueo de Estados Unidos a su propuesta y llamó a considerad con urgencia un alto el fuego y la reanudación de la paz.
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