Los combatientes llevaron a cabo operaciones contra las posiciones del ejército israelí en Zarit, Al-Sadh, Jal Al-Deir, Al-Malikiyah y Birkat Risha, así como lograron impactos directos en un vehículo en Al Motila y un tanque en el cuartel de Ramim.
En paralelo, Hizbulah confirmó las acciones con misiles guiados a un punto de concentración militar de soldados israelíes frente a la ciudad de Ramieh, y a otra agrupación en el punto de Bayad Blida.
La resistencia lamentó la muerte de cinco de sus miembros y ya superan los 30 mártires desde el comienzo de las operaciones contra posiciones israelíes a lo largo de la frontera sur.
De acuerdo con el canal panárabe Al Mayadeen, la resistencia apuntó a las cámaras de vigilancia del sitio de Jal al-Alam; mientras, las fuerzas de Tel Aviv utilizaron municiones de fósforo blanco en las proximidades de algunas aldeas fronterizas.
En este contexto, el vicesecretario general de Hizbulah, Naim Qassem, reiteró que la Resistencia libanesa está en el centro de la batalla para defender Gaza y enfrentar a Israel.
A través de su cuenta de X (antes Twitter), Qassem subrayó que la agresión israelí contra Gaza no es una guerra, sino la matanza de civiles, niños, mujeres y la destrucción de hogares, y «aquí la responsabilidad recae en Estados Unidos y Europa».
El dirigente de Hizbulah precisó que la adopción por parte de Washington y Occidente del ataque y la barbarie israelíes constituye una derrota humanitaria indeleble.
Desde el comienzo de la Operación Diluvio de Al-Aqsa el 7 de octubre, Hizbulah reiteró su compromiso con la liberación de la tierra libanesa ocupada y el apoyo al pueblo y la resistencia palestina.
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