En la agenda del mandatario galo está un encuentro con el presidente anfitrión, Abdel Fattah al-Sissi, enmarcado en su decisión de dialogar con líderes árabes para evitar una escalada regional de la crisis, generada por el ataque de Hamas del 7 de octubre a Israel y los bombardeos sistemáticos y el bloqueo total impuestos a la Franja de Gaza en represalia.
Macron y Abdalá II intercambiaron criterios esta mañana, pero sin que trasciendan los mismos, reunión que siguió a las sostenidas ayer en Jerusalén con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y en Ramala, Cisjordania, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas,
La acogida al jefe de Estado francés no fue amigable en las calles de Amán, sobre todo después de que la víspera propusiera extender la coalición antiterrorista activada en 2014 contra el Estado Islámico para combatir a Hamas.
Entre los manifestantes abundaron las críticas por el doble discurso de occidente, su apoyo a Israel y el escaso interés real en poner fin al sufrimiento del pueblo palestino tras décadas de ocupación y colonización.
Los países árabes han reiterado en los últimos días su voluntad de un acercamiento a Israel, siempre y cuando cesen las agresiones y la ocupación a Palestina.
Tanto en Ramala, como en Amán y en El Cairo suena bien la postura fijada por Macron en sus conversaciones con Netanyahu y Abbas sobre la necesidad de la solución de los dos Estados y del derecho palestino a la autodeterminación como requisito ineludible para la paz, la seguridad y la estabilidad regionales.
También hay acuerdo con el llamado del mandatario francés a facilitar la ayuda humanitaria a Gaza y a respetar la vida de los civiles al margen de su nacionalidad.
Sin embargo, el presidente galo no mencionó el alto el fuego demandado por la ONU y a nivel internacional, y con su propuesta de coalición antiterrorista seguramente siembra dudas, asumiendo que pudiera representar una escalada de la crisis.
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