En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) detallaron que anoche realizaron una “incursión selectiva” en la zona norte de ese territorio, poblado por 2,3 millones de personas.
La operación, en la que participaron un número desconocido de tanques y soldados de la brigada Givati, fue parte de los preparativos para las próximas etapas de la guerra, señaló las FDI.
Horas antes, el primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó una invasión terrestre a gran escalada, pese a los numerosos llamados internacionales a un cese el fuego.
“Nos estamos preparando para una incursión terrestre. No voy a especificar cuándo, cómo, ni cuántos (soldados). Tampoco voy a detallar la gama de consideraciones, la mayoría de las cuales el público no conoce”, expresó en un mensaje al país.
Ante esas amenazas, Saleh al-Arouri, subdirector de la oficina política del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) advirtió que “las batallas aún no han comenzado”.
En una entrevista telefónica con la televisora libanesa Al-Manar, al-Arouri prometió que “si el enemigo entra por tierra, será una derrota sin precedentes”.
Durante una conferencia de prensa celebrada ayer en El Cairo, los presidentes de Egipto, Abdel Fatah El-Sisi, y de Francia, Emmanuel Macron, llamaron a Israel a no lanzar su campaña por tierra para evitar una catástrofe humanitaria sin precedente y una escalada que podría incendiar a la región.
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