Uno de los principales focos de preocupación es la localidad de Lake Moondarra, una árida y remota zona a más de mil 800 kilómetros al noroeste de la ciudad de Brisbane, donde las llamas crecen sin control.
Otro de los lugares de gran preocupación es Tara, a unos 300 kilómetros al oeste de Brisbane, donde un fuego que se mueve rápido y se prevé que impacte «muy pronto» una calle de esta localidad rural, según otra alerta de evacuación inmediata publicada por el Servicio de Incendios.
Dos personas, un hombre y una mujer, murieron por los incendios en Tara, y una treintena de casas fueron destruida.
También, en Queensland, los bomberos lucharon esta semana contra más de 400 incendios.
En el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, arden 110 incendios forestales, 58 de ellos sin control, aunque a diferencia de Queensland, las alertas son moderadas a nivel de recomendaciones.
Australia se enfrentará este año a un clima más seco del habitual debido a El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría ocasionar devastadores desastres.
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