El Ministerio de Asuntos Exteriores y Emigrantes advirtió en un comunicado sobre los peligros que representa la catástrofe humanitaria en ese territorio, donde se reportan más de ocho mil muertos y más de 20 mil heridos.
También expresó su preocupación por una escalada de violencia en la región debido a la guerra lanzada por Israel contra el enclave costero el 7 de octubre, tras una operación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en la vecina nación, causante de mil 400 fallecidos.
Alertamos sobre las consecuencias de que el pueblo palestino pierda la esperanza que le queda sobre las instituciones internacionales, en especial el Consejo de Seguridad, subrayó.
La Cancillería condenó otra vez los bombardeos israelíes y las incursiones en la ocupada Cisjordania.
Denunciamos la continua privación de los ciudadanos de la Franja de sus necesidades básicas ante la imposición de un bloqueo que impide la entrada de alimentos, medicinas, combustibles y agua, indicó.
Señaló que ese cerco es una flagrante violación de las normas internacionales y relativas a los derechos humanos, y además, constituye un crímen de guerra y de lesa humanidad.
Hace dos semanas, Estados Unidos aplicó su poder de veto en el Consejo para impedir la aprobación de un proyecto de resolución que abogó por un alto el fuego y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
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