El titular recordó que Antigua y Barbuda fue el primer país caribeño en emitir una declaración cuando tuvo lugar la ronda inicial de hostilidades, en la que Hamas se infiltró y mató a civiles israelíes.
Nuestra posición entonces fue condenar los actos de violencia y nuestra postura sigue siendo constante y consistente; por ello no tuvimos dificultades para apoyar la resolución jordana, explicó Greene.
La resolución pide el acceso humanitario inmediato, seguro y sin obstáculos para la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (Unrwa), y otras agencias humanitarias de la ONU y sus socios implementadores.
También exige la rescisión de la orden de Israel para que los civiles palestinos y el personal de las Naciones Unidas evacuaran todas las zonas del norte de la Franja de Gaza hacia el sur.
El texto jordano fue enmendado por una interpretación canadiense que no nos gustó, pero una vez que regresaron a la resolución jordana, que tenía todos los ingredientes, Antigua y Barbuda la apoyó sin problemas, porque creemos que la fuerza utilizada por Israel es desproporcionada, señaló el ministro.
Greene recordó el contexto histórico que rodea al conflicto entre Israel y Palestina, que se remonta a más de 75 años, y dijo que deben respetarse los principios originales de la posición de la ONU sobre este tema.
Mientras tanto, lo que buscamos es una tregua humanitaria sostenible, duradera e inmediata porque la carnicería debe cesar. La diplomacia está funcionando y debo felicitar a las otras 119 naciones que votaron a este respecto, afirmó.
También elogió el trabajo de los embajadores de Antigua y Barbuda en todo el mundo para expresar la necesidad de una respuesta humanitaria en este conflicto.
Antigua y Barbuda estuvo entre los 12 países de Caricom que optaron por apoyar la resolución no vinculante de la Asamblea General de la ONU propuesta por Jordania, la cual fue adoptada por 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones.
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