La cifra fue confirmada en X (antes Twitter) por Juliette Touma, jefa de comunicación de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (Unrwa).
“Mientras preparábamos las declaraciones de Philippe Lazzarini, comisionado general de la Unrwa, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, recibimos una terrible noticia: Nuestro compañero Samir fue asesinado junto a su esposa y ocho niños. Lo lloramos a él y a su familia”, escribió.
El viernes último, Lazzarini lanzó un dramático llamado para lograr un alto el fuego urgente en ese enclave, donde más de ocho mil palestinos murieron y 21 mil resultaron heridos.
La historia nos juzgará si no se establece un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde muchas personas fallecieron bajo las bombas, pero muchas más perderán la vida por el bloqueo, advirtió.
Nadie podrá decir “no sabía”, porque las imágenes, las grabaciones y las voces de un sufrimiento indescriptible llegan a cada hora desde allí, subrayó.
¿Por qué el mundo no tiene la voluntad de actuar y poner fin a este infierno en la tierra?, preguntó el funcionario durante una conferencia de prensa en Jerusalén.
“Las medicinas se están acabando. La comida y el agua se están acabando. Las calles de Gaza comenzaron a desbordarse de aguas residuales”, advirtió.
Lazzarini acusó a Israel de imponer un castigo colectivo contra 2,3 millones de palestinos al cortar los suministros de alimentos, agua y combustible.
Aunque reconoció la importancia de la entrada de varias caravanas de camiones con ayuda humanitaria desde Egipto, aseguró que son insuficientes ante el tamaño de la crisis.
Esos convoyes no revertirán el hecho de que Gaza está siendo estrangulada, mientras su pueblo se siente rechazado, alienado y abandonado, denunció.
“Debemos evitar transmitir el mensaje de que unos pocos camiones al día significan que se levanta el asedio, no es cierto, ese sistema está destinado al fracaso”, reiteró.
Los civiles pagaron un precio asombroso, más de un millón de personas fueron desplazadas, barrios enteros arrasados, miles de muertos, miles más resultaron heridos y ya casi no tienen acceso a los hospitales, manifestó.
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