Al intervenir en la primera de dos jornadas de debates en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre un proyecto de resolución para poner fin a ese cerco, el representante de esa nación aludió al profundo impacto del bloqueo sobre las vidas de los habitantes en la mayor de las Antillas.
Como resultado, la economía ha estado sometida a presiones extraordinarias y se plasma en el sector de la industria, la producción de servicios, el comercio minorista, las carestías de alimentos y un declive en los niveles de consumo y de bienestar de la población, aseveró.
Agregó que en los últimos meses se han hecho esfuerzos sistemáticos para enfrentar esta situación compleja, teniendo en cuenta la insuficiencia de las plantas energéticas por falta de combustibles, de recambios y otros recursos básicos para poderlas reparar y mantener.
Sin embargo, advirtió, los pocos proveedores que siguen brindando productos a Cuba han aumentado sus precios de forma considerable.
“Dominica reitera también el llamado para que se retire a Cuba de la lista unilateral del Departamento de Estado de Estados Unidos de estados patrocinadores del terrorismo. La inclusión en la lista ha empeorado la situación”, dijo.
Decenas de oradores intervinieron este miércoles en la sesión para considerar el proyecto de resolución que pide el fin del bloqueo de Estados Unidos contra el archipiélago, que será sometido a votación mañana.
El documento estima los daños provocados por esa política entre el 1 de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023 en el orden de los cuatro mil 867 millones de dólares.
En total, los perjuicios económicos en base a precios corrientes ascienden a 159 mil 84,3 millones de dólares, y a más de un billón 337 mil, teniendo en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.
Desde 1992, la comunidad internacional ha ratificado el rechazo al cerco, y el año pasado la resolución presentada por Cuba fue aprobada con 185 votos a favor y dos en contra (Estados Unidos e Israel).
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