La abrumadora mayoría de la comunidad internacional y de la Asamblea General está harta de este cerco sin sentido, aseguró el representante en declaraciones a Prensa Latina.
Tras intervenir ante el foro, que por trigésimo primera ocasión debate la necesidad de poner fin a esa política, el diplomático precisó que más de 31 países del mundo están sometidos a medidas similares.
Sin embargo, el bloqueo contra la mayor de las Antillas es uno de los más perversos y prolongados, insistió.
Hoy estuvimos defendiendo el derecho de Cuba a la salud, la educación, a existir como pueblo libre, independiente y soberano, remarcó.
Las medidas coercitivas, recordó, han costado más de 159 mil millones de dólares para la nación en más de 60 años.
Esto representa dificulades para que el país acceda a recursos, fuentes de financiamiento para el desarrollo o a la compra de medicamentos y alimentos, lamentó.
Se trata, agregó, de una política que afecta a todos los sectores del país.
No existe ni una sola familia cubana que esté exenta del impacto del bloqueo y eso ha quedado reflejado en el informe del secretario general que se presenta a la Asamblea General y se actualiza de manera rutinaria, enfatizó el embajador venezolano.
Al mismo tiempo, la inclusión dentro del listado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo durante el mandato de Donald Trump (2016-2020) incrementó la presión contra el comercio con la isla.
Esa lista exacerba aún más el impacto del bloqueo e impide el acceso a fuentes de financiamiento dentro del sistema financiero internacional con consencuencias palpalbles.
No obstante, Cuba cuenta con el respaldo de la comunidad para exigir el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales, que en este tiempo resultan anacrónicas, enfatizó.
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