Desde la Plaza Vieja, por toda la calle Mercaderes, hasta llegar a la Casa Benemérito de las Américas Benito Juárez, hermosos pasacalles, simbolizando la muerte, marcharon en honor a sus seres queridos.
El recuerdo de los que se adelantaron a irse vuelve cada año con sus trajes típicos y música para unirse a sus familiares aún vivos, y ese rito finalizó en la institución dedicada al hermano país mexicano.
Al culminar la procesión se efectuó una gran ofrenda a figuras del mundo de la música y de otras áreas, momento en el que se evocó al cubano Pablo Milanés y al mexicano Armando Manzanero.
La actividad artística finalizó con una descarga del cantautor Adrián Berazaín, quien interpretó fragmentos del tema “Esta tarde vi llover”, de Manzanero, y de Milanés “El breve espacio en que no estás”.
En esta festividad, la calavera emerge como una iconografía popular que desde hace milenios se deleita con la personificación de la pérdida física, y casi, de manera global, es venerada.
De igual forma, la religiosidad halla terreno fértil en este tipo de tradición, en la cosmovisión de cada país y sus culturas ancestrales.
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