En su informe anual Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe, 2023. Cambios estructurales y tendencias en el comercio mundial y regional: retos y oportunidades, la Cepal precisó que pese al aumento del 3,0 por ciento de las exportaciones, no compensará la caída del 5,0 por ciento de los precios de sus productos de ventas al exterior.
Sobre el valor de las importaciones de bienes, la investigación pronostica que registrará una contracción del 6,0 por ciento dato que refleja la debilidad de la actividad económica regional, desde la última proyección (septiembre) de crecimiento del Producto Interno Bruto de solo 1,7 para este año.
La investigación, presentada por el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, indica que las exportaciones de América del Sur y el Caribe marcarán las mayores pérdidas en términos de valor (5,0 y 6,0 respectivamente).
Mientras, los envíos de Centroamérica y México avanzarán un 2,0 por ciento dada la menor dependencia de las materias primas y la mayor vinculación con el mercado de Estados Unidos.
Los países con mayores caídas de las exportaciones serán aquellos vendedores netos de hidrocarburos o productos agrícolas.
En cambio, las exportaciones regionales de servicios crecerán por tercer año consecutivo, con una proyección del 12 por ciento, impulsada por el turismo y los llamados “servicios modernos”.
Una amplia gama de suministros digitales: informáticos, financieros y empresariales. Aunque se desaceleran a medida que el turismo se acerca a sus niveles de prepandemia, acota el texto.
Xirinachs subrayó que “persiste el desafío de diversificar y sofisticar la canasta exportadora para reducir la excesiva dependencia de las materias primas, especialmente en América del Sur. Para ello es crucial implementar políticas de desarrollo productivo con un enfoque de clusters en sectores estratégicos”.
Recomienda la pesquisa que en un contexto de creciente regionalización del comercio mundial, es crucial profundizar la integración regional, pues ello permitiría reducir la vulnerabilidad ante las incertidumbre comerciales globales y generar escalas eficientes de producción para las industrias.
La debilidad del comercio mundial, acota, es resultado de la desaceleración de la economía global, en un contexto de altas tasas de interés en Estados Unidos y Europa, crisis del sector inmobiliario en China, y crecientes tensiones geopolíticas.
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