En Carta abierta a los líderes mundiales, la declaración libanesa convocó a reflexionar sobre el absoluto horror y salvajismo infligidos a civiles inocentes en Gaza.
Al respecto, la declaración divulgada por la secretaría del Consejo de Ministros indicó que las intensas imágenes que emanan de la Franja son un ataque agonizante sobre el espíritu humano.
En este sentido, cuestionó como las naciones y los dirigentes optan por desviar la mirada «como si estos horrores fueran meros espejismos».
Los niños, el epítome de la pureza y la inocencia, han sido masacrados sin piedad, e innumerables vidas inocentes han encontrado un destino espantoso con una crueldad que desafía la creencia, denunció.
Ante este panorama, enfatizó que las matanzas implacables en Gaza carecen de la condena vehemente y el mundo permanece inexplicablemente en silencio.
«Estos niños no son víctimas de sus acciones; son seres inocentes cuyo único defecto es haber nacido en Palestina», agregó.
Líbano rechazó la flagrante violación de los derechos humanos, así como el doble rasero que representan una bofetada a la moralidad y la dignidad.
Al respecto, puntualizó que el mundo tiene el deber solemne de salvaguardar a estos niños y almas inocentes y detener las masacres de Tel Aviv.
Gaza, alguna vez descrita como una prisión al aire libre, ahora se ha transformado en un cementerio masivo; un testimonio escalofriante del abismo de crueldad al que ha descendido la humanidad, reconoció.
Sobre este tema, el gabinete libanés señaló que los asesinatos indiscriminados de cientos de personas en un campo de refugiados, en un hospital o en escuelas son una afrenta a la conciencia colectiva del mundo.
A propósito, abogó por construir un camino hacia la paz y garantizar a los palestinos derechos básicos y dignidad humana.
El mundo puede encontrar una solución equitativa al problema palestino. Es hora de prestar atención al llamado tanto de la empatía como de la razón, concluyó.
mem/yma