En una entrevista con la radioemisora La Voz de Palestina, la funcionaria alertó sobre el colapso del sector en ese enclave costero, donde viven 2,3 millones de personas.
En ese sentido, señaló que muchos hospitales paralizaron sus labores por la falta de combustible, pero, subrayó, la situación empeoró por los ataques israelíes contra los paneles solares de esos centros.
A esta situación se suman los insuficientes suministros médicos y alimentos en el territorio, apuntó.
Al-Kaila denunció la alta cifra de trabajadores de la salud asesinados, incluidos médicos y enfermeras, así como miembros de los equipos de Defensa Civil.
La ministra criticó al gobierno de Benjamin Netanyahu por negarle la entrada a la Franja a numerosos galenos que trabajan para la Cruz Roja Internacional.
En este contexto, Iyad Abu Zaher, director general del Hospital de los Mártires de al-Aqsa, alertó este miércoles sobre la grave escasez de suministros médicos, agua, combustible y alimentos para los pacientes y los refugiados.
Ayer el ejército israelí ordenó a la administración del Hospital Infantil Al-Rantisi evacuar las instalaciones ante un inminente bombardeo.
En declaraciones a la televisora Al Jazeera, Ashraf Al-Qodra, portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, pidió una intervención internacional urgente para disuadir a ese país de atacar al centro médico, que acoge a pacientes pediátricos con cáncer y aquellos que necesitan tratamiento por insuficiencia renal.
En las últimas semanas tanto el gobierno palestino como agencias de la ONU y ONGs condenaron en varias oportunidades los bombardeos contra zonas cercanas a centros médicos, incluidos los hospitales Indonesio y Al Quds.
Tanto el Gobierno como el Ejército de Israel justificaron sus acciones con el supuesto argumento de que las milicias palestinas se esconden en túneles construidos bajo esas edificaciones, lo cual fue repetidamente desmentido.
Pese a las incursiones de los aviones de combate, el personal médico rechazó abandonar las instalaciones, como reclamó el vecino país, y prometió mantener sus labores para ayudar a heridos y refugiados.
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