Al intervenir en el Debate de Política General del foro, la jefa de la delegación de la isla calificó de objetivos irrenunciables y urgentes alcanzar la paz y el desarrollo sostenible, y afirmó que la nación antillana comparte esos anhelos, los cuales –recordó- están en sintonía con el mandato de la Unesco.
La titular cubana señaló que el escenario internacional es cada vez más peligroso y desafiante, que como nunca antes pone en riesgo la propia supervivencia humana, al agravar y perpetuar los problemas estructurales del subdesarrollo, ya acumulados y con dimensiones e impactos de carácter económico, social, educativo, alimentario, cultural, climático y ético.
Sin embargo, insistió en que frente a tan complejas circunstancias no pueden asumirse como una quimera los nobles objetivos.
“Es esta comunión de dificultades y aspiraciones la que nos convoca a articularnos, respetuosamente, sobre todo en pos de la paz”, subrayó en la tercera jornada de la Conferencia General, la cual se extenderá hasta el 22 de noviembre.
De acuerdo con Trujillo, la comunidad internacional tiene en la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones a nobles armas y a los instrumentos de mayor eficacia en la construcción y la defensa de un mundo superior.
Un mundo que favorezca que todas las personas tengan acceso a una educación gratuita, inclusiva, equitativa y de calidad, en el que la ciencia esté en función del desarrollo y encauce sus dilemas éticos desde la responsabilidad social y humana, y en el que se refuerce la cultura como motor del desarrollo sostenible, sentenció.
Asimismo, la ministra de Educación de Cuba abogó por que ese planeta diferente y mejor aporte una disminución de las brechas digitales, tecnológicas y de acceso a la información y el conocimiento, y fortalezca la democracia, el respeto a la diversidad cultural, la solidaridad, la inclusión, la lucha contra la discriminación, la igualdad de género y la libertad de expresión.
En su intervención, reiteró el profundo compromiso de la isla con la Unesco y los valores que representa, y destacó que el año pasado el país caribeño conmemoró el 75 aniversario de su ingreso a la organización.
Han sido más de siete décadas de accionar conjunto en la promoción de valores compartidos y de cooperación ininterrumpida, que han posibilitado trabajar para erradicar el analfabetismo, promover la educación como un derecho humano fundamental, las ciencias en función del ser humano, el acceso pleno a la cultura y la protección del patrimonio, dijo.
mem/wmr