De acuerdo con el gerente del departamento de Gestión del Depósito de Relave, César Vásquez, la compañía construyó ese sistema con la metodología de aguas abajo, que sería el más seguro en la industria.
Vázquez catalogó como errónea las denuncias que varios grupos ambientalistas realizaron recientemente alegando que el sistema de Mirador se halla aguas arriba.
Según el directivo, para erigir el gigantesco método de relaves fue necesario desviar el río Tundayme alrededor de unos 500 metros, para evitar la contaminación de este y de otro cercano, el Quimi.
Se fabricó un túnel subterráneo de desvío para que las aguas no se contaminen. En la superficie, ese se convierte en un canal que devuelve el agua en la intersección del río Tundayme con el Quimi, dijo.
No obstante, los activistas ambientales insisten en advertir que un posible colapso de las presas de relave podría provocar una catástrofe ambiental en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, donde se encuentra ubicada la obra.
Mediante un programa virtual, los expertos modelaron el escenario de un potencial accidente en esa zona del sur del país, que afectaría la naturaleza y las comunidades del río Quimi y sus aguas.
La alta sismicidad, los suelos débiles debajo de la represa, su altura, las precipitaciones, el alto relieve topográfico, entre otros factores constituyen un riesgo inminente, según alertaron.
El doctor en Geofísica y consultor internacional, Steven Emerman, explicó que hay dos piscinas donde se descarga el material de desecho tóxico de la mina, una con capacidad total de 12,1 millones de metros cúbicos de relaves y la segunda tiene espacio para más de 380 millones de metros cúbicos.
El especialista insistió en que los resultados del estudio son alarmantes, porque en caso de falla tanto el río Quimi como el Zamora podrían inundarse con desechos en 30 minutos y también quedarían destruidos puentes, edificaciones y otras infraestructuras.
Habitantes de las localidades que podrían resultar afectadas pidieron la acción conjunta de autoridades y expertos para prevenir una desgracia que incluso podría conllevar al exterminio de sus pueblos.
Activistas y representantes de pueblos indígenas rechazan todo tipo de actividad minera en el país por su impacto ambiental y social en las comunidades aledañas.
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