Von der Leyen indicó al mismo tiempo que la Unión Europea (UE) espera continuar la colaboración con Moscú en ámbitos de interés mutuo como el cambio climático y la salud.
Las ideas fueron resumidas por la directiva en una conferencia de prensa y en Twitter, luego que los 27 decidieran en el segundo y último día de la Cumbre de la UE prorrogar por otros seis meses las sanciones contra el país euroasiático.
Aclaró que están dispuestos a responder a lo que llamó ataques de Rusia contra la UE, a las violaciones de los derechos humanos, así como a prevenir que se socaven los intereses del megabloque comunitario.
Moscú fue acusada, una vez más, de ser la responsable de un avance nulo en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, pactados en septiembre de 2014 y febrero de 2015, para finalizar el enfrentamiento armado en Donbass, en el sudeste ucraniano.
El gobierno ruso en todo momento aclara que de ninguna forma constituye una de las partes participantes en la confrontación, pues acudió a Minsk como mediador entre el gobierno ucraniano y rebeldes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
La UE iniciará un proceso en los próximos días para anunciar oficialmente la decisión de extender por otro semestre las medidas punitivas que expiran en julio próximo, tal y como lo hace desde mediados de 2014.
Von der Leyen sin más aclaraciones expuso que tratarían con Rusia desde una posición de fuerza.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, por su parte, subrayó que el pleno cumplimiento de los Acuerdos de Minsk sobre Ucrania es una condición necesaria para que se mejoren las relaciones ruso-europeas.
‘No podemos responder solo cuando nos ataquen, debemos actuar de manera más activa para promover nuestros valores, proteger nuestros intereses’, afirmó Michel.
La renovación de las medidas unilaterales contra Rusia suceden luego que la UE no llegara al consenso necesario para una cumbre entre sus líderes con el presidente ruso, Vladimir Putin, tal como pidieron la canciller federal alemana, Ángela Merkel, y el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Polonia, Ucrania y los países bálticos se opusieron al encuentro.
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