Al intervenir en la cumbre conjunta extraordinaria árabe-islámica, el dignatario reafirmó que Jordania seguirá cumpliendo con su deber de enviar ayuda humanitaria a los palestinos por cualquier medio disponible.
En este sentido, el gobernante enfatizó que la agresión israelí no comenzó hace un mes, «sino es una continuación de más de siete decenios dominados por una mentalidad de fortaleza con muros de separación y violaciones de los derechos y lugares sagrados, la mayoría de cuyas víctimas son civiles inocentes».
Al respecto, indicó que los ataques a mezquitas, iglesias y hospitales; el asesinato a médicos y trabajadores humanitarios; incluso niños, ancianos y mujeres, buscan convertir a Gaza en un lugar inhabitable. La injusticia infligida a nuestros hermanos y hermanas palestinos refleja el fracaso de la comunidad internacional a la hora de garantizar sus derechos a la dignidad, la autodeterminación y el establecimiento de su Estado independiente en las líneas del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como su capital, consideró.
A propósito, calificó de inaceptable prohibir la entrega de alimentos, medicinas, agua y electricidad a los habitantes de Gaza, al tiempo que llamó al mundo a condenar los crímenes israelíes.
Sobre este tema, convocó a trabajar colectivamente para construir una alianza política para detener la guerra y el desplazamiento de inmediato, y lanzar un proceso de paz serio en el Medio Oriente.
«No podemos permitir que nuestra causa justa y legítima se convierta en una fuente de fomento del conflicto entre religiones, el mundo pagará el precio de no resolver la cuestión palestina», subrayó.
Presidentes, primeros ministros y gobernantes de la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica decidieron celebrar una cumbre conjunta extraordinaria aquí en relación con los acontecimientos peligrosos y sin precedentes presenciados en Gaza y los territorios palestinos.
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