La lista de muertes por las riadas sumó este lunes dos nuevas víctimas fatales en el estado de Hiran (centro) y la región de Gedo (sur), donde se registran los mayores daños por la irrupción, en ocasiones inesperada, de grandes caudales de aguas para los cuales no hay control posible.
Los aguaceros, que además dañan obras de infraestructura y culivos, irrumpieron en Somalia en octubre pasado y desde entonces causaron además el desplazamiento forzoso de medio millón de personas.
Para la Ofici9na de Asuntos Humanitarios de la ONU las precipitaciones son un evento climático probable solo en el lapso de un siglo.
Las probabilidades son que la situación empeore antes de comenzar a mejorar en diciembre próximo cuando termine la temporada lluviosa.
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