La designación la hizo desde la cárcel 4 de Quito, donde enfrenta la indagación enmarcada en el caso Las Torres, bajo prisión preventiva.
Pese a las críticas, mientras no sea removido del cargo, Celi puede nombrar, remover, encargar o delegar funciones.
El nombramiento de Riofrío ocurrió ante la falta de directivos en la Contraloría General del Estado, tras la renuncia irrevocable de Valentina Zárate, quien cubrió el puesto desde abril último, cuando comenzó la instrucción fiscal.
El caso Las Torres busca supuestos actos de corrupción en la institución a cargo de velar por los fondos públicos, en la secretaría general del gabinete de la presidencia y el empresa Petroecuador.
Autoridades y exfuncionarios de esos entes estarían involucrados en el desvanecimiento de glosas o limpieza de informes, a cambio de sobornos.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, en el caso de Celi indicaba borrar observaciones en reportes, notificar destituciones de directivos y cambiar órdenes de trabajo.
El procesado también está pendiente de un pedido de juicio político, por incumplimiento de funciones, ante la Asamblea Nacional.
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