El secretario general adjunto para operaciones de paz del organismo, Jean-Pierre Lacroix, advirtió del aumento cada vez mayor de las conflagraciones en el planeta lo que atenta con los propósitos de Naciones Unidas.
Entre otros desafíos, mencionó una disminución del respeto del estado de derecho, corrupción, desprecio por el derecho internacional, la delincuencia organizada transnacional, los ataques a los derechos humanos y la reducción del espacio cívico.
Cada uno de ellos demandan respuestas policiales únicas y específicas, dijo.
“En este contexto, las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU sólo pueden lograr lo que yo llamo los objetivos intermedios, que incluyen preservar el alto el fuego, proteger a cientos de miles de civiles, mediar en conflictos locales y fortalecer las instituciones siempre que sea posible”, dijo al Consejo de Seguridad.
El alto funcionario reconoció la importancia de estas metas al tiempo que destacó el papel de las fuerzas desplegadas en las operaciones del organismo multilateral que trabajan “sin descanso para servir a las comunidades en contextos cada vez más desafiantes”.
La Policía de la ONU desempeña un rol notable en el logro de muchos de estos objetivos, remarcó en la sesión dedicada a las prioridades estratégicas de los componentes policiales de las Naciones Unidas en el terreno.
La ONU, agregó, seguirá fortaleciendo la eficacia mediante su programa de Acción para el Mantenimiento de la Paz conocido como A4P, con prioridades que incluyen mejores estrategias políticas y mayor integración operacional.
Lacroix recordó, no obstante, el objetivo final de la paz de las Naciones Unidas, centrado en soluciones duraderas a los conflicto.
En ese sentido, convocó al apoyo político unificado de los estados miembros y, en particular, del Consejo de Seguridad para potenciar las vías diplomáticas y políticas.
De lo contrario, advirtió, sólo podemos servir para mitigar los conflictos en lugar de resolverlos.
El encuentro reafirmó el papel vital de la Policía de las Naciones Unidas en la prevención, que abarca desde el mantenimiento hasta la consolidación de la paz.
Al mismo tiempo, analizó desafíos como la agenda Mujeres, Paz y Seguridad que reconoce retos como el impacto desigual de fenómenos adversos como inundaciones y sequías, conflictos climáticos e inseguridad alimentaria en mujeres y las niñas.
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