Tras las movilizaciones del 22 de octubre y el 4 de noviembre, el sindicato consideró necesario “mantener la presión sobre el gobierno” para que se implique en la búsqueda de un alto el fuego en la franja de Gaza, asediada por el ejército de Israel, y convocó una nueva jornada de protesta, el 18 de noviembre, para manifestarse masivamente en todo el país.
En su comunicado CGT recordó que desde hace un mes la población del enclave palestino se encuentra bajo los bombardeos, lo que provocó la muerte de “más de 10 mil personas, casi la mitad de ellas niños”, y alertó de que “las masacres de palestinos empeoran cada día”.
Al tiempo consideró que “la violencia y los actos de terror perpetrados por Hamás el 7 de octubre contra civiles israelíes no justifican en modo alguno el castigo colectivo que se está llevando a cabo actualmente contra todo el pueblo palestino”, asegurando que “los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad se multiplican en lo que cada vez se parece más a un genocidio”.
Por último, el sindicato denunció que el gobierno israelí, “dominado por la extrema derecha”, “incumple el derecho internacional, tras haberlo hecho durante décadas”, llevando a cabo “una política de apartheid y prosigue inexorablemente la colonización de Cisjordania y Jerusalén Este”, lo que “cierra la puerta a cualquier proceso de paz”.
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