«Lamentamos profundamente que las autoridades de Finlandia hayan elegido el camino de un distanciamiento tan consciente del buen nivel anterior de la naturaleza de nuestras relaciones bilaterales», dijo Peskov ante la prensa.
La víspera, la ministra del Interior finlandesa, Mari Rantanen, anunció que su cartera elabora una iniciativa para limitar el trabajo de los puestos de control en la frontera con Rusia ante la llegada incontrolada de refugiados desde Somalia, Yemen, Siria y otros países.
Solo la semana pasada, según la titular, 71 solicitantes de asilo llegaron a frontera finlandesa desde Rusia.
Por su parte, el primer ministro, Petteri Orpo, afirmó que las autoridades vigilan de cerca la situación y no descartan cerrar todos los cruces fronterizos con Rusia si fuera necesario.
Tras la llegada masiva de los refugiados de África y Oriente Medio en 2015-2016 desde Rusia a través de los puntos fronterizos del norte, Finlandia llevó a cabo una reforma legislativa que permite cerrar los cruces fronterizos separados y dejar solo un punto de acogida en el país.
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