Hemos sido testigo de lesiones horribles que son difíciles de comprender, afirmó Haytham Kallab, galeno del Hospital Nasser, ubicado en la sureña ciudad de Khan Younis.
“La naturaleza de los casos que llegan al hospital es aterradora. El tipo de quemaduras que recibimos no es como en guerras anteriores”, explicó en declaraciones a la televisora Al Jazeera.
El doctor subrayó que la mayoría de los heridos en ese centro de salud son menores de edad y mujeres.
Atacar hospitales no es ético en absoluto, imagínense la presión a la que estamos sometidos porque podemos ser bombardeados en cualquier momento mientras hacemos nuestro trabajo, expresó.
Al respecto, denunció que “una ambulancia fue atacada dentro del hospital Nasser mientras yo trabajaba”.
Fue una escena horrible, especialmente ver a mis colegas que ayudaban y trasladaban a los pacientes, narró.
Tal vez el caso más difícil para mí fue el de una madre con su hijo muerto en brazos, ella lo sostenía mientras sus piernas estaban rotas, explicó. Kallab señaló que la mujer tenía múltiples heridas y tuvo que ser reanimada por un equipo médico.
No sabía si quitarle a su hijo, pero decidí permitirle que siguiera sosteniéndolo, luego le escuché decir que deseaba haber muerto antes que perder ambas piernas, concluyó.
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