A esa y otras interrogantes responde una singular exposición arqueológica titulada “Sabor y Saber, un viaje al interior de la alimentación precolombina”, la cual propone un acercamiento a comidas ancestrales de estas tierras andinas que en la actualidad trascienden las fronteras.
A partir de 156 vasijas, documentos científicos y audiovisuales, el museo Casa de Alabado, en el Centro Histórico de Quito, exhibe piezas arqueológicas relacionadas con los comestibles y las costumbres de quienes habitaban esta nación hace 6 000 años.
El curador Carlos Montalvo explicó que la exposición está dividida en “cuatro tiempos” dedicados a ciertos alimentos y cada momento será inaugurado en coincidencia con los solsticios o equinoccios.El primero corresponderá al cacao; luego, el 21 de marzo de 2024, comenzará el período de la yuca y la calabaza; el 21 junio, del maíz, y en septiembre,del ají y el maní.
Es una forma de apreciar la evolución y conexión de la comida ancestral con la actual, porque esos productos son utilizados en nuestros días, expresó Montalvo.
En un recorrido por el museo, Orbe apreció la investigación que hay detrás de la muestra, la cual hasta diciembre del próximo año propondrá también conferencias, ferias y talleres sobre el tema.
Si bien “Sabor y Saber…” es una exposición temporal, la Casa de Alabado, fundada hace 13 años, presenta a sus visitantes de forma permanente 600 piezas arqueológicas, aunque en sus reservas cuenta con cerca de cinco mil objetos.