Al inaugurar la reunión semanal del gabinete, celebrada en esta ciudad, el jefe de Gobierno acusó a las Fuerzas Armadas de la vecina nación de ejecutar un genocidio en el enclave costero, donde viven más de 2,3 millones de personas.
En ese sentido, denunció los sistemáticos bombardeos contra escuelas, mezquitas, iglesias, hospitales y viviendas, que causaron la muerte a numerosos niños, mujeres y ancianos.
Las fuerzas israelíes tienen el objetivo de matar y desplazar a la población en ese territorio, afirmó.
Sin mencionar nombres, pero en alusión a Estados Unidos, el primer ministro señaló que “a pesar del horror (…) algunos países todavía se niegan a un alto el fuego, lo que alienta a Israel a cometer más asesinatos”.
Agradecemos a todas las voces en el mundo que dicen “no a la guerra y sí a detener las matanzas y agresiones contra el pueblo palestino”, expresó el funcionario.
Shtayyeh pidió a Naciones Unidas y a la Cruz Roja que asuman sus responsabilidades ante las prácticas represivas adoptadas por Israel contra los detenidos palestinos.
Ante esta crisis, en nombre del presidente Mahmoud Abbas y del Consejo de Ministros llamo a nuestro pueblo palestino a mantenerse firme y rechazar cualquier intento por socavar la lucha nacional, expresó el político.
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