En el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo se debatió, entre otros, acerca de las implicaciones adversas del NOEI, cuyos efectos negativos recaen sobre las naciones en desarrollo y las mayorías excluidas del progreso, países que deberían ser el objeto y propósito esencial de ese “nuevo orden”.
Desde la pluralidad del pensamiento, en el Encuentro se analizaron las actuales tendencias de la globalización, los problemas del desarrollo y sus mutaciones que, en esencia, son elementos representativos de la internacionalización del capital.
Unos 130 extranjeros presenciales y 21 en modalidad virtual, de 47 países, y 521 cubanos examinaron durante cuatro jornadas -del 14 al 17 de noviembre-, en el capitalino Palacio de las Convenciones, 13 ejes temáticos que resumen los problemas fundamentales que aquejan a la humanidad.
Al respecto durante la clausura el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, subrayó la importancia de ese tipo de debate plural, en ocasiones polémico, pero abierto a los más diversos puntos de vista sobre temas que necesitan luz y son el resultado de los procesos asociados a la globalización con impacto en el desarrollo.
De acuerdo con el Comité Académico del Encuentro, los asistentes resaltaron que entre las nuevas tendencias se aprecian disputas sobre el papel central de los Estados, y las mutaciones de la hegemonía global, esta última en dos escenarios probables.
Uno sería la debilidad del proceso de acumulación del capital en Estados Unidos; y la otra la emergencia del eje China-India-Rusia como contendiente hegemónico, siempre con la premisa que el sistema imperial no caerá por su propio peso, sino dependerá de las luchas sociales.
La confrontación de ideas es un principio de estas reuniones que debemos a su principal gestor, dijo el mandatario al referirse al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro. Él se percató muy pronto de la trascendencia del proceso antes descrito por los académicos y, además, sistemáticamente expuso sus argumentos teóricos, siempre desde la perspectiva de los explotados y excluidos.
Sobre la fragmentación de las ciencias sociales, los investigadores alertaron que representa una estrategia de poder, pues “el capitalismo es integral y hay que pensarlo en sistema”. Por ello, constituye un desafío para los intelectuales del pensamiento crítico una nueva interpretación con sus tendencias y contratendencias.
La crisis, aseguraron, es parte de la esencia contradictoria de ese sistema, pero con manifestaciones múltiples, profundizada en el contexto de la pandemia de la Covid-19 y con repercusión en todas las economías, particularmente, en los países en desarrollo.
Crisis acompañadas de la ofensiva del capital y sus modos de actuación, como pueden ser mercantilizar todas las actividades posibles y reducir sustancialmente los ámbitos de acción del Estado, fenómeno expresado en una ofensiva contra el trabajo, la naturaleza y la sociedad. Se trata de una respuesta del capitalismo a la actuación de las fuerzas populares.
Fueron las nuevas multinacionales un elemento de análisis desde la perspectiva de otro tipo de globalización, en respuesta a la crisis sistémica del capitalismo y las necesidades del desarrollo.
En ese contexto, se resaltó la “estrategia de la ignorancia programada” mediante mecanismos como las redes sociales, plataformas digitales, Inteligencia Artificial, o noticias falsas que transmiten con sutileza la ideología hegemónica.
OTROS TEMAS MEDULARES
El análisis sobre el comercio internacional, por una parte contempló el deterioro de la actividad y cómo dejó de ser impulsor del crecimiento global, y por la otra, la crisis del sistema multilateral del comercio expresada en la Organización Mundial del Comercio.
Las relaciones monetario-financieras internacionales también tuvieron un espacio, los límites en la inversión y la producción como consecuencias de las políticas antiinflacionarias, y las dificultades de los países en desarrollo para acceder a los financiamientos.
Igualmente, el grupo de intelectuales participantes debatió sobre el impacto del desarrollo tecnológico en los procesos económicos y sociales; problemas ambientales, acciones de mitigación y adaptación ante los efectos negativos del cambio climático; la transición energética; la economía circular; y las nuevas miradas hacia el desarrollo territorial y rural.
También formaron parte de los análisis la necesidad de colocar la integración económica en medio del debate en la disputa entre la hegemonía y un mundo multipolar, unido a las alianzas estratégicas y mecanismos integracionistas entre países y regiones como alternativas para la superación de los problemas internacionales.
Respecto a Cuba se debatieron diversos temas acerca de la evolución de la economía y los factores externos que influyen, con énfasis en el bloqueo de Estados Unidos como obstáculo fundamental para el desarrollo.
Al respecto, Díaz-Canel recordó que ese cerco no deja espacio sin acosar. Hasta incluirnos en una lista de supuestos patrocinadores del terrorismo, con prohibiciones al acceso de créditos y financiamientos.
Asuntos debatidos de la isla fueron la crisis acentuada por la Covid-19, el papel de los sectores estatal y privado, la autonomía empresarial y el proceso de descentralización de facultades en los municipios, entre otros.
Al finalizar el encuentro, el dignatario cubano abogó por un mundo más justo, inclusivo y equitativo que ofrezca a las naciones empobrecidas oportunidades reales para una vida digna y sostenible en la que por fin desaparezcan el hambre y la pobreza, y se respete el derecho a la vida y al desarrollo.
*Jefa de la Redacción Economía, Prensa latina
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