A sus 42 años, Roldán padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad rara y sin cura que destruye las células nerviosas que controlan los músculos que ejecutan los movimientos voluntarios.
La ecuatoriana, desde una cama y con respiración asistida, contó su historia de forma telemática a los magistrados a quienes relató haber rozado la muerte muchas veces», incluso en una ocasión estuvo a punto de dejar de respirar y no pudo pedir auxilio.
También afirmó que la enfermedad le ha provocado sufrimiento físico y emocional, “es humillante y doloroso pedirles esto (…) quiero descansar digna y en paz», expresó con voz entrecortada.
Sus defensores insistieron que la Corte debería declarar la inconstitucionalidad del artículo 144 del Código Integral Penal (COIP), el cual señala que quien mate a otra será sancionado con pena privativa de libertad de 10 a 13 años.
Según el abogado Farith Simon, legalizar la eutanasia no está reñido con la Carta Magna, que establece el derecho a vivir, pero no la obligación a hacerlo, y aclaró que para acceder a ella deben cumplirse requisitos.
Entre ellos se refirió a una declaratoria libre y voluntaria de la persona interesada y padecer un intenso dolor y sufrimiento emocional por una enfermedad o lesión grave e incurable.
En la audiencia que se extendió por tres horas hubo 16 intervenciones, 12 de ellas a favor del procedimiento, incluido el padre de Roldán.
El juez ponente, Enrique Herrería, solicitó a los ponentes documentación adicional para preparar un proyecto de sentencia, que el pleno de la Corte lo aprobará o negará.
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