También denunciaron en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que los integrantes de sus tropas que están en las prisiones de las Fuerzas Armadas son sometidos a torturas mentales y físicas.
Analistas políticos recuerdan este martes que numerosas Organizaciones NO Gubernamentales, (ONG) han denunciado constantemente las violaciones de Derechos Humanos por ambas partes, tanto con los prisioneros de guerra como contra la población civil.
Las denuncias de las atrocidades de esta guerra se extienden también al bloqueo de la entrega de ayuda humanitaria o por diferentes formas de violencia tanto sexual como étnica, lo mismo del Ejército que de los Paramilitares, apuntan.
En tanto el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó hoy que al menos cinco millones de niños están en grave peligro en la región sudanesa de Darfur.
Ese organismo internacional señaló que todo Sudán, pero Darfur en particular, se convirtió en un infierno para millones de niños y niñas, que sufren por los enfrentamientos tribales y han sido asesinados, heridos, abusados y explotados.
La guerra en Sudán deja ya cerca de nueve mil muertos, la mayoría civiles, y alrededor de siete millones de desplazados en el mismo país o que buscaron refugio en los vecinos, sobre todo en Egipto y Chad.
Los enfrentamientos estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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